La ovejita que vino a cenar (pequeñas manitas)

Una saga repleta de valores para enseñar a nuestros peques.

10,95 (Iva incluido)

Descripción

La ovejita que vino a cenar (pequeñas manitas) es una saga que enseña valores a nuestros peques. Que les ayudará ante diferentes situaciones, y que viene, justamente en su medida, para sus pequeñitas manos, sin que le falte nada a sus historias.

Hace ya más de quince años que Steve Smallman publicó el primer libro de esta exitosa saga, La ovejita que vino a cenar, un cuento que está repleto de valores.

Cuando leemos el título ya nos llama la atención, y al ver su portada, con el lobo relamiéndose, obtenemos una primera impresión, que quizá vaya cambiando según avancemos en la lectura de sus páginas.

Si por algo se caracterizan los cuentos de esta saga, es por la cantidad de valores que se pueden adquirir con su lectura.

Podemos observar que cada uno de ellos tiene algunos más enfatizados que otros, pero todos siguen una misma línea en cuanto a la moraleja que reflejan y el aprendizaje que ofrecen a quienes los leen.

La ovejita que vino a cenar (pequeñas manitas) nos enseña valores como:
  • Amistad: no importa la especie, el color, el tamaño o la necesidad de cada uno. Si la amistad está presente, estará por encima de cualquier otro sentir.
  • Respeto: este valor es fundamental en los relatos. Además, es fantástico que un cuento nos explique y dé ejemplo de cómo respetar a los demás aun sin tener los mismos gustos ni siendo iguales o teniendo necesidades diferentes.
  • Bondad: hacer el bien por los demás y por nosotros mismos nos hace sentir bien, plenos, y nos proporciona paz.
  • Diversidad: podemos observar la gran diversidad de especies animales, sus necesidades, diferencias y modo de actuar. Cada uno es distinto, lo que enriquece la historia y hace que todos empaticemos a la hora de leer sus páginas. Cada uno de nosotros nos sentiremos reflejados en el papel de alguno de sus personajes y a su vez comprenderemos el modo de actuar de los demás.
  • Empatía: es imprescindible educar a nuestros peques en la empatía, enseñándoles a ponerse en la piel del otro, con sus necesidades, sus circunstancias, su sentir… Para aprender a ser empático debemos saber ponernos en los zapatos del otro, pensando como él o ella lo hace, y no como nosotros lo haríamos. Esa es la verdadera empatía.
  • Generosidad: aprender a compartir lo que tenemos por poco que sea, a disfrutar haciéndolo, comprendiendo que lo que se comparte se disfruta doblemente. Es un valor que debemos adquirir desde la primera infancia. Quizá los más pequeños no lo comprendan y no debemos obligarles a ello, pero sí tenemos que seguir sembrando el mensaje para que acabe calando.
  • Curiosidad: que niñas y niños sean curiosos es algo que jamás deben perder. La curiosidad hace que tengamos ilusión, que busquemos nuevas metas, que sigamos creciendo en el entusiasmo. En estas páginas podemos ver la infinita curiosidad de los personajes.
  • Romper con los estereotipos: un valor que debe estar más presente que nunca, ya que hoy en día debería ser un auténtico mantra. Si algo tienen estos cuentos es que rompen totalmente con los estereotipos establecidos. Ni la ovejita es como uno se imagina, ni el lobo es como normalmente creemos que es un lobo, ni el cocodrilo es como habíamos imaginado, ni el tigre como parecía que iba a ser… Esto hace que abramos la mirada y la mente y comprendamos que las primeras impresiones son solo eso, impresiones. Y que hay que darle una oportunidad a todo el mundo sin juzgarle por su apariencia, su condición, su físico o su especie animal.

 

Además, la lectura de la colección de la ovejita que vino a cenar (pequeñas manitas) , nos invita a:
  • Ser reflexivo, aprender a pensar, crear una idea de lo que leemos, aprendiendo a tener nuestra propia opinión.
  • Mejorar la atención, ya que seguir la historia favorece la atención sostenida y el contacto ocular.
  • Potenciar la memoria, porque, según vamos leyendo, debemos ir recordando la historia anterior y cada cuento sigue el hilo del anterior.
  • Aprender a reflexionar sobre nuestras prioridades, debido a que los cuentos hablan de valores esenciales. Quizá no necesitemos tanto como creíamos y lo verdaderamente importante no es tanto lo que tenemos, sino con quién lo disfrutamos o lo compartimos. El sentimiento de plenitud es mayor cuando estamos con quienes nos hacen sentir bien, sin importar lo que hacemos, cómo lo hacemos o a dónde vamos.
  • Descubrir nuevas palabras, pues la cantidad de vocabulario que proporcionan los cuatro cuentos es enorme y muy atractivo para niñas y niños desde 2-3 años. Además, los cuentos de animales son siempre un acierto entre los pequeños. Gracias a estos cuentos podemos mejorar el lenguaje expresivo y el comprensivo, además del lenguaje verbal y no verbal.

Información adicional

Peso0,175 kg
Dimensiones19,7 × 19,7 × 1,8 cm
Edad

4+

Autor

Steve Smallman

Ilustradora

Joëlle Dreidemy

Colección

La ovejita que vino a cenar

Editorial

Beascoa

Encuadernación

Cartoné

Tipografía

Letra imprenta

Páginas

14

Idioma

Castellano


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