Descripción
En esta ocasión, Rocío Bonilla nos presenta una historia sobre cómo un pequeño detalle puede mejorar nuestras vidas. Así, la historia sobre un pequeño vecindario de gente que no se conoce acaba convirtiéndose en una historia sobre todos nosotros, sobre la empatía, sobre la vida en común y sobre la solidaridad.
«Había una vez un vecindario, como muchos otros. Como todos, tenía casas, farolas, árboles… y vecinos que no se conocían. Nadie conocía a nadie y todo el mundo desconfiaba de la persona que vivía al lado.
Así pues, una galería de personajes entrañables y solitarios viven en su propio mundo, alejados del resto de vecinos. Hasta que, un día, una de ellas se queda sin Internet. Gracias a la ayuda de otra vecina, recupera la conexión. Así, poco a poco, el vecindario se atreve a conocerse y a ayudarse…
Gracias a una avería de internet, la vida del vecindario da un vuelco. Gracias a la curiosidad y a la comunicación, esos vecinos van a llegar muy, ¡muy lejos!»