Con una capacidad de dos litros, resistente a la intemperie, con dimensiones adecuadas para los peques y un asa. Los jardineros jóvenes pueden manejar fácilmente la regadera y ayudar con el jardín.
Si es que no hay nada más divertido que poder ayudar trabajando en el jardín, por lo que cada peque debe tener sus propias herramientas.
¡Un juego educativo para desarrollar la motricidad fina!
Los juegos de vertido, como el que ofrece esta regadera, juegan un papel esencial en el desarrollo motor de los más pequeños. Al manipular el agua, los peques aprenden a coordinar sus movimientos, desarrollan su destreza, al tiempo que mejoran su sentido de observación y su comprensión de las relaciones de causa y efecto. Además, estas actividades ayudan a fortalecer el vocabulario de niñas y niños, y su curiosidad sobre el mundo que los rodea.